Píldoras #11
En la píldora pasada te conté que una de las razones por la que nos cuesta integrar objetivos es no tener claro el cómo.
Hoy te quiero hablar de la más importante. La que cambia toda la ecuación, lo vengo reconfirmando año tras año con todas las personas con las que trabajo (y también conmigo).
Las píldoras de hoy:
📆 Reflexión: Incorporar objetivos en la rutina - Parte II
🔗 Hack de organización: Cadena de hábitos
✨ La Frase de la semana
📆 Reflexión: Incorporar objetivos en la rutina - Parte II
Voy sin filtro y directo al cora: la motivación y el compromiso para hacer -o no hacer- algo, está directamente relacionado con el sentido de urgencia: ya sea por tiempo o por consecuencias.
Tengo que entregar un trabajo a un cliente el viernes. (tiempo)
Si no lo hago, tendré reclamos, pierdo el trabajo, no lo cobro, quedo mal. (consecuencias tangibles y cercanas en el tiempo).
Urgencia + consecuencias claras = activación ⚡
Si te fijas, la mayoría de nuestros proyectos personales no tienen fecha límite cerca ni consecuencias tan claras o inmediatas.
Por dar algunos ejemplos: comer mejor, renovar algo en casa, hacer ejercicio, empezar mi emprendimiento, aprender sobre finanzas, (inserte objetivo de interés).
Claro, sabemos que el ejercicio, comer bien, tener ingresos extra, ordenar la casa, etc. me darán calidad de vida sostenida a largo plazo 🌱, pero no es que hoy hago 20 abdominales y mañana rebozo en vitalidad. O si no genero dinero extra hoy, bueno, tampoco es que lo necesite para vivir, ya tengo mi empleo.
Son temas que, en mayor o menor medida, pueden esperar ⌚. O siento que “total no va a pasar nada taaan grave” si no lo hago. Los vemos como opciones, no como prioridades. 
Te sumo algo: en general, los objetivos que procrastinamos son aquellos donde no debemos REPORTAR a nadie 💬, salvo a nosotr@s mism@s. No va a venir alguien a “obligarnos” a salir a caminar, a descansar mejor, a poner el hogar como queremos, a mejorar procesos en el negocio…
En general, activamos estos temas … ¿Cuándo? 🤔 Adivinaste: cuando por algún motivo se vuelven urgentes 👩🚒, ya sea por TIEMPO (tengo que vender mi casa y necesito que esté en condiciones) o por CONSECUENCIAS presentes (llegué a un pico de estrés, no tengo energía para nada).  
Pero digamos la verdad: en ese "después", tenemos un sabor agridulce. Porque nos frustra no hacer algo cuando internamente sabemos que podríamos avanzar 💕 en aquello que nos importa y nos hará bien. Como leí esta semana de mi querida coach: "que no se te pase la vida esperando otra".
La reflexión de hoy es: que lo importante no se nos vuelva urgente ⏰. El verdadero bienestar no está en el entusiasmo temporal cuando alcanzamos una meta, sino en la calidad de la rutina que habitamos cada día ✨.
🔗 Hack de organización: cadena de hábitos
Venimos hablando que muchos de nuestros objetivos procrastinados tienen que ver con hábitos. Una buena técnica que nombra James Clear en el gran libro Hábitos Atómicos es “encadenar hábitos” 🔗. Se trata de asociar un nuevo hábito o rutina con otra que ya tengas incorporada.
Por ejemplo, si querés comenzar una rutina de cuidado facial 💆♀️, podés asociarlo con el momento de lavarte los dientes por la mañana, o cuando te duchas. 
Ya hace tiempo asocié el primer bloque de trabajo de mi jornada con el responder mensajes varios 📩, chequear prioridades ✅ y subir el contenido del día 📱. De esa forma, se me hizo mucho más fácil avanzar con esas tareas específicas, al generar una cadena.
💬 La Frase de la semana:
“No soy organizada porque tengo tiempo. Tengo tiempo porque soy organizada”.

