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Píldoras Productivas #55

Píldoras Productivas #55

Píldoras #55

Las píldoras de hoy:

💎 Un factor para sostener proyectos: el “ancho de banda” interno

📀 Cómo ampliar tu ancho de banda 

🏹 Mini ejercicio #3

💬 La frase de la semana


💎 Un factor para sostener proyectos: el “ancho de banda” interno

Muchas veces creemos que si organizamos mejor nuestra agenda, todo va a fluir 🏄‍♀️ 🗓️

Que por fin podremos avanzar en ese objetivo o proyecto que tenemos. O que podremos hacer lugar a actividades 🚴‍♂️ que, en el desorden diario, se nos hacen imposibles.

Muchas veces, llega ese orden, ese aire a nuestra agenda… Peeeeero los proyectos siguen sin activarse ⏰. Los objetivos quedan a medias. Los hábitos, intermitentes.

Ahí aparecen las frases: “es que soy procrastinador/a serial”, “es que dejo todo a medias”, “es que no me da la vida” 🙇🏻‍♀️💭.
No. Hay algo más profundo que entra en juego.

Uno de los grandes desafíos cuando queremos sostener proyectos, cambios de rutina u objetivos ambiciosos no es solo tener más tiempo. Es tener más capacidad interna 💪: más foco, más regulación emocional, más claridad mental, más solidez energética. 

Esto es lo que llamo el ANCHO DE BANDA 🔄: la “capacidad operativa” que tenemos en un momento determinado para procesar, ordenar, decidir, avanzar y responder a la vida. 

Nuestro ancho de banda define cuánta información, estímulo, carga emocional o decisiones 🧮 podemos gestionar en un día, una semana o una etapa, de forma equilibrada 🧘‍♀️.  

Cuando el ancho de banda interno está limitado, los objetivos se vuelven cuesta arriba 🗻. Nos “ganan” factores como la impaciencia, las dudas, los miedos, el agotamiento, la frustración ante las dificultades, procrastinar lo que nos va a demandar esfuerzo 🚧.

¿Qué achica tu ancho de banda?

💥 La acumulación de asuntos abiertos: decisiones postergadas, pendientes eternos, conversaciones que evitás, temas que te pesan. El sobreanálisis y los pensamientos rumiantes. 😵‍💫 El multitasking crónico: estar en mil cosas a la vez, sin poder enfocarte, priorizar ni terminar lo que empezás. 

🥵 El desbalance energético: no identificar qué te drena y qué te recarga. La falta de descanso real. Inclusive, cuando nos pasamos en intensidad o entusiasmo. 

🚨 La saturación emocional: no dejar espacio para conectar con lo que sentís, seguir en el “hacer” como si nada pasara. Reprimir o evitar emociones incómodas. 

📉 La baja tolerancia a la frustración: cuando lo que no sale como quisiéramos o se escapa del control se siente como un fracaso.


📀 Cómo ampliar tu ancho de banda

Recién vimos que: 

👉 Cuando nuestro ancho de banda está limitado, todo nos satura. Las pequeñas tareas se sienten pesadas. Nos irritamos fácilmente. Tomar una decisión nos paraliza.

👉 En cambio, cuando lo ampliamos, tenemos más margen. Podemos superar obstáculos sin bloquearnos, responder con más creatividad y claridad mental, y sobre todo, seguir moviéndonos en dirección a lo que importa.

Entonces... ¿Cómo podemos liberar “kilobytes personales"? Te quiero dejar 4 claves:

💡 1. Revisando qué ocupa tu ancho de banda hoy
Antes de pensar en sumar nuevas metas, vale preguntarnos:
¿Qué está ocupando espacio en mi sistema? 

✔️ Tareas sin resolver
✔️ Decisiones postergadas
✔️ Diálogos pendientes
✔️ Procesos emocionales abiertos
✔️ Hábitos que me drenan

Una buena práctica es hacer un pequeño inventario y limpiar. El simple acto de cerrar pendientes o ponerles fecha ya libera capacidad mental y emocional.

💡 2. Regulando tu sistema nervioso
No podemos sostener nada si vivimos en estado de alerta constante, con la mente saturada y agotamiento crónico. 

Descansar bien, mover el cuerpo, incorporar los distintos niveles de descanso, etc. no son premios: son los hábitos que aumentan tu resiliencia y estabilidad emocional.

Un sistema nervioso regulado te permite estar presente, tomar decisiones con claridad y sostener carga sin colapsar.

💡 3. Reeducando tu relación con el tiempo
Parte de ampliar tu ancho de banda es entrenar tu percepción del tiempo: dejar de correr, evitar la multitarea, diseñar bloques de foco y protegerlos, saber que no todo es urgente, marcarse prioridades. 

Una rutina diseñada con intención es una forma de darte fluidez, presencia y posibilidad de accionar con más profundidad.

💡 4. Trabajando en tus límites (y en tu valor personal)
El ancho de banda también se drena cuando decimos que sí a todo, cuando no pedimos ayuda, cuando tomamos responsabilidades que no son nuestras. Inclusive, cuando decimos que sí a algo sin tener espacio real en la agenda o capacidad operativa.  

Ampliarlo implica también fortalecer el músculo de poner límites claros y cuidar lo que necesitás para sostenerte.

🏹 Mini ejercicio #3

Preguntate:

¿Cuál es ese único hábito que, si lo sostengo, mejora todo lo demás?

Tal vez sea dormir entre 7 y 8 horas, moverte un rato por día, o tener un bloque en la jornada sin interrupciones. Identificá el tuyo y marcá un plan para protegerlo.

💬 La frase de la semana 

“Recuerda: estás escribiendo una historia, no siguiendo una receta”