Hace tiempo, una amiga me preguntó si no me cansaba de ser organizada.
La realidad: mucho más me agotaba cuando tenía mi vida improvisada, sin orden ni un norte claro 😅.
Desde que incorporé la planificación consciente como hábito, tengo muchísima más libertad, tranquilidad y tiempo que antes... Lo cual es totalmente contrario a vivir agotada.
Alcanzo mejores resultados con menos esfuerzo.
Tengo más claridad sobre a qué decir que sí y a qué no.
No pierdo tiempo ni energía en aquello que puedo simplificar o sistematizar. O directamente, eliminar.
No necesito vivir “a mil” para llegar con todo lo que quiero.
Pero no siempre fue así: hasta mis 28 años, yo también tenía miedo de planificar y organizarme. Pensaba que iba a perder libertad y flexibilidad, dos valores fundamentales de mi estilo de vida.
Así que en la reflexión de hoy quiero compartirte por qué planificar y fluir son conceptos complementarios.
Las píldoras de hoy: 
📅 Reflexión: ¿Planificación o “vivir el presente”?
✅ Hack: Listas de tareas cumplibles
💬 Frase de la semana
📅 Reflexión: ¿Planificación o “vivir el presente”?
Lo primero a saber: planificar no es tener todo controlado, definir cada segundo al detalle o armar una agenda cual tetris apretado. Un plan no está para cumplirse sino para darnos claridad y confianza.
Planificar es hacer un mapa que te guía para lograr lo que querés de la forma más fácil y segura, sin dejar de disfrutar el camino, adaptandote a lo que va surgiendo y a tu propia energía.
Pensemos en un viaje: armamos la valija anticipando el clima y las actividades, calculamos un estimado de gastos para saber cuánto dinero llevar, avisamos con tiempo en el trabajo y dejamos todo en orden, hacemos las reservas necesarias: alojamiento, alguna excursión, un par de transportes...
¡Todo esto es planificar! Y es lo que permite que podamos disfrutar más de cada día, prevenir problemas, dedicar la mayor cantidad de tiempo y energía a lo que nos interesa.
Como dice una frase que AMO: Planificar no es pensar en decisiones a futuro, sino en el futuro de las decisiones presentes.
En la vida, planificamos a diario: hacer las compras, pensar los temas domésticos por resolver, organizar un cumple, estimar los gastos del mes, preparar una documentación para el trabajo, distribuir las tareas de la semana…
Cuando no planificamos nada, en realidad no estamos en un estado de fluidez… Sino de reacción e improvisación constante, que, seamos sincer@s, no suele ser muy amiga del disfrute ni de la libertad. No es un juego de todo o nada. Habrá momentos donde tengamos mayor margen y previsión así como otros donde iremos más sobre la marcha.
Para cerrar, planificar y fluir no sólo no son antagónicos. Sino que la planificación es, curiosamente, la que crea las condiciones necesarias para que se produzca el flujo.
¿Qué opinas del tema? ¿Te da o te daba miedo planificar por temor a pedir libertad?
✅ Hack: Listas de tareas cumplibles
¿Quién no ama las listas? 💘 Creo que el "tachar tareas" cuando las completamos es uno de los placeres más grandes de la vida jajaja.
Pero acá viene un temita: las listas siempre deben ser acordes con el tiempo y la energía. En general, tendemos a saturarlas, a llenarlas según "lo que quisiera" hacer o resolver (uno de los sesgos a la hora de planificar es este optimismo desmesurado sobre nuestra propia energía y capacidad de acción).
En una lista de pendientes no va TODO lo que me gustaría hacer, sino lo que humanamente puedo contener y gestionar. No es una lista de súper, que tomamos de la góndola y ya. Cada tarea debe ser ejecutada por este cuerpito y cerebrito que, no nos olvidemos, puede con todo pero no con todo a la vez 🤗.
Recuerda: Una «to do list» ✅ NO es una «wish list» ✨.
💬 La Frase de la semana:
“Sé el diseñador de tu mundo y no simplemente el consumidor.”
James Clear

